viernes, 21 de junio de 2013

Red Dragon

Haciendo limpieza en mi habitación ahora que por fin he terminado todos los exámenes, tengo la nota de PAU con la que, por cierto, estoy contentísima, y estoy completamente de vacaciones, he encontrado entre mis antiguos dibujos este dragón.
Entre mis animales fantásticos favoritos, creo que el dragón es el que encabeza la lista. Mira que me gustan los unicornios las hadas... pero es que lo que yo tengo con los dragones es una cosa... Hay un dicho japonés que dice que el dragón es el único animal capaz de igualar al tigre. Quizá por eso me gustan tanto estos majestuosos animales.
Cuando era pequeña me regalaron un libro titulado "Manual del Draconólogo" o algo así, que te enseñaba fisionomía y fisiología del dragón, a saber distinguirlos, sus ataques básicos, los tipos de fuego dependiendo del dragón, las zonas que habitan, número de patas y alas... Gracias a este libro solía pensar que los dragones existían, y ahora que me he hecho mayor, he descubierto que existen. Pensaréis que estoy loca y me pediréis una explicación: pues bien existen, en nuestra mente, en la imaginación de todo el mundo. Soy de las que piensan que si a algo podemos darle forma en nuestra mente, la mitad de su existencia ya es "algo", por decirlo de alguna manera, y cualquiera es capaz de imaginar un dragón, ya sea grande, pequeño, con cuernos, con ochenta ojos...; pero un dragón al fin y al cabo.
Una cosa os digo: no me confundáis a estas magníficas bestias con lo que comúnmente la especie humana ha decidido llamar dragón: el dragón de komodo, ese lagarto gigante, porque es un lagarto, que nada tiene que ver con los verdaderos dragones.

Vive la vida

Si lloras de noche porque se ha ido el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas.