jueves, 31 de diciembre de 2015

Gracias, 2015. Bienvenido, 2016.

Jamás hago propósitos de año nuevo. ¿Por qué? Bueno, pues porque soy una persona a la que le gusta vivir el momento. ¿Qué surge algo en algún momento del año? Pues, dependiendo de la situación en la que me encuentre, cómo esté yo físicamente y de lo que se trate, entonces ya decido si lanzarme a hacerlo o no.

Hay otras muchas cosas en el año que vienen sin que te lo esperes, a las que no puedes negarte porque es algo que escapa a ti, algo incontrolable. Me diagnosticaron una enfermedad un tanto grave, que me permitió seguir adelante porque soy más cabezona que una cabra montesa, sí, las de los cuernos. Pero llega un momento en el que, por mucha voluntad que tengas, a veces este tipo de situaciones pueden contigo, y el cuerpo dijo que "hasta aquí hemos llegado". Fue entonces cuando no me quedó más remedio que ponerme en manos de los médicos y confiar en que todo saldría bien. Solo quedaba esperar y seguir con la voluntad por delante, al pie del cañón, y aguantar hasta que todo se solucionase. Tuve mis momentos de bajón, pero ahora estoy aquí, y eso es lo que importa. El problema aún no está del todo solucionado pero, después de todo lo pasado, esto es pecata minuta, como quién dice.
Como siempre, primero se empieza por la mala noticia. Ahora iremos a por la buena: no soy muy social. Debido a mi situación en la que tiendo mucho a enfermar (desde pequeñita), me cuesta salir de casa, soy introvertida, callada y tímida, así que hacer amigos nunca ha sido mi fuerte. Pero, a veces, llega gente a tu vida de la forma más inesperada. Conocí a una chica por Twitter, de esto que te pones a hablar con alguien desconocido por esa red social, y resultó ser alguien con quién congeniaba que ni yo me lo creía. Al principio solo eran mensajes directos (los mensajes privados de toda la vida) por eso mismo que os he dicho, que soy tímida y no me atrevía a pedirle su número para hacerlo todo un poco más personal. Fue ella la que lo hizo, aunque resultó gracioso al estar en la  misma situación que yo. Hemos reído, nos hemos animado, y ha resultado uno de mis mayores apoyos en todo este proceso. Desde aquí, quiero darle las gracias por llegar a mi vida como lo hizo, por las tonterías que compartimos, por nuestros desvaríos post medianoche (y a veces antes), por las palabras inventadas que resultaron ser como un código, por su apoyo incondicional, por esas cosas increíbles que nos suceden cuando nos pasan cosas similares, por estar ahí aunque no hablemos todos los días. Gracias por todo, de verdad, creo que no habría palabras en el mundo para expresar la gratitud por haber hecho que conociera a esta persona.

Y, bueno, dejando atrás el momento emotivo, quería felicitaros a todos este fin de año, que paséis una nochevieja increíble, independientemente cómo y con quién, y os deseo de corazón que tengáis un 2016 mucho mejor que el 2015. La puerta a cualquier posibilidad está abierta, no la cerréis nunca.

Con esto, finalizo la que posiblemente sea la entrada más larga de mi blog. 

sábado, 14 de marzo de 2015

Ciencia vs. Mitos/Leyendas Urbanas

Debido a la falta de conocimiento científico, en el pasado se creaban muchas leyendas urbanas para explicar cosas que no se entendían o, simplemente, para tratar de seguir un poco las corrientes (económicas, religiosas, artísticas) del momento.

Por ejemplo, algunos de los mitos más conocidos tienen que ver con la menstruación de las mujeres. ¿Quién no ha oído aquello de "Si una mujer mestruando hace mayonesa, se corta"? En serio, no sé qué tipo de persona machista dijo algo así, pero lo llego a pillar y no tiene sitio para correr. O también aquello de "Las mujeres mestruando no puedes ducharse porque se les corta el periodo" ¿En serio? Quiero decir, cuando menstruas, lo suyo es que te duches más veces porque esa es una zona muy delicada y pasa TODO EL DÍA húmeda y en contacto con la sangre. Puede que sea un tema un poco tabú, pero alguien tenía que decirlo.

Dejando un poco de lado esos mitos, y para evitar que me exaspere, quiero hablaros de uno muy extendido y que se ha demostrado científicamente que lo han estado y lo están (sí, muy triste, pero aún se lleva) haciendo mal. Supongo que os suena la situación de cuando tienes fiebre, estás tapado hasta las orejas y tu madre (o quién sea) te dice que te destapes y así te baja la fiebre. ¿Lógico? En realidad no, porque aunque estés a 30 grados bajo cero, como el cuerpo diga que quiere tener fiebre la va a tener. Bueno, pues lo que se ha comprobado, es que cuando alguien tiene fiebre, lo que tiene que hacer es tomarse algo y taparse más hasta que la temperatura corporal comience a bajar lentamente. ¿Por qué? Porque la primera reacción del cuerpo cuando tiene frío es ponerse a temblar. Pero si la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior del cuerpo es demasiado grande (como sucede cuando tenemos fiebre) lo que va a hacer nuestro cuerpo es ponerse a temblar. Si la diferencia sigue aumentando, podemos caer en un shock térmico y ponernos a convulsionar. Está probado científicamente, así que no me estoy inventando nada.

lunes, 9 de marzo de 2015

Inconformista

Siempre me pasa lo mismo: cuando escribo algo, lo voy corrigiendo según escribo. Cuando termino lo que he escrito lo leo y corrijo las partes que no me gustan del todo, quito cosas y meto otras. Lo vuelvo a leer y me pasa lo mismo. Creo que lo hago como tres o cuatro veces por lo menos. Y aún así nunca estoy conforme con como queda al final. Siempre me parece que hay alguna cosa sosa, que sobra o que no está bien explicada para que se entienda bien. Que faltas descripciones, que fallan los diálogos... Que soy muy estricta, leñe. Pero no puedo evitarlo, es parte de mí y lo hago con todas las cosas en mi vida.

Si quieres algo bien hecho, tienes que hacerlo tú mismo. Pero ni aún por esas me conformo. No me considero una buena escritora. Escribo por afición, por mejorar y porque quiero que a la poca gente que me lee le gusten mis historias y ya. No quiero ni puedo vivir de ello, porque no tengo límites para las cosas que me apasionan. La Biología encabeza mi lista de momento, pero es que no podría poner tampoco un número a cuánto me gusta.

Bueno, lo que quería decir: que por muchas veces que repase uno de mis escritos, siempre hay algo que no veo bien del todo. Nunca me convencen al 100%. Y lo peor de todo es que, una vez colgados, cuando los vuelvo a leer, ¡y siempre hay alguna falta de ortografía o de gramática! Que es lo que no entiendo, porque con la de veces que los repaso lo raro sería que se me escapara alguna pero, en fin, qué se le va a hacer. Las cosas son así y no se puede hacer nada más.

domingo, 8 de marzo de 2015

Ideas

Estoy en un momento en mi vida en el que todo son ideas. Mi cabeza está día y noche bombardeada por ideas sobra una historia que me ronda la mente desde hace meses y, gracias un precioso empujoncito de alguien a quién admiro mucho, he decidido llevar al formato digital. No sé qué saldrá de todo esto, simplemente necesito dejar salir estas ideas de alguna manera y compartirlas con alguien. Gracias a mi gatita blanca por ese pequeño empujón que me has dado y me ha animado a escribir de nuevo, a pesar de que no estoy muy segura si tendré tiempo para ello.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Intento de Gammer

Últimamente me ha aficionado mucho a los videojuegos. Empecé hace como un mes así a jugar a un juego de Steam llamado Portal 2 que me había regalado un amigo hace como dos años o así. Tengo una extraña tendencia a que, en época de exámenes, tenga ganas de todo menos estudiar, así que me puse a jugar al juego en cuestión porque me entró la curiosidad científica (sí, los biologos, o biologos en proyecto como lo soy yo no tenemos curiosidad: tenemos curiosidad científica).

El juego es la secuela del Portal, al que por cierto no he jugado. El caso es que se trata, como su nombre indica, de ir haciendo portales. Es un juego en primera persona que vas con una pistola que hace portales (a saber de qué año estamos hablando). Al principio no eran más que pruebas diferentes que ponían a funcionar la parte lógica y analítica de mi cerebro (me movía los engranajes anquilosados, la verdad), pero conforme avanzaba en el juego, salía a flote una trama espectacular y las pruebas en cuestión se transformaban en la única manera de avanzar dentro del mismo. Está totalmente es español y de verdad que es una pasada. Si os interesa, está en Steam, pero no conozco el precio porque, ya os digo, me lo regalaron.

Desde entonces tengo una afición por los juegos. Comentar que el portátil se me apagaba cada dos por tres porque la gráfica se sobrecalentaba debido al juego, así que me he comprado uno nuevo de sobremesa, que ya llevaba un tiempo mirándolos.

Vive la vida

Si lloras de noche porque se ha ido el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas.