lunes, 9 de marzo de 2015

Inconformista

Siempre me pasa lo mismo: cuando escribo algo, lo voy corrigiendo según escribo. Cuando termino lo que he escrito lo leo y corrijo las partes que no me gustan del todo, quito cosas y meto otras. Lo vuelvo a leer y me pasa lo mismo. Creo que lo hago como tres o cuatro veces por lo menos. Y aún así nunca estoy conforme con como queda al final. Siempre me parece que hay alguna cosa sosa, que sobra o que no está bien explicada para que se entienda bien. Que faltas descripciones, que fallan los diálogos... Que soy muy estricta, leñe. Pero no puedo evitarlo, es parte de mí y lo hago con todas las cosas en mi vida.

Si quieres algo bien hecho, tienes que hacerlo tú mismo. Pero ni aún por esas me conformo. No me considero una buena escritora. Escribo por afición, por mejorar y porque quiero que a la poca gente que me lee le gusten mis historias y ya. No quiero ni puedo vivir de ello, porque no tengo límites para las cosas que me apasionan. La Biología encabeza mi lista de momento, pero es que no podría poner tampoco un número a cuánto me gusta.

Bueno, lo que quería decir: que por muchas veces que repase uno de mis escritos, siempre hay algo que no veo bien del todo. Nunca me convencen al 100%. Y lo peor de todo es que, una vez colgados, cuando los vuelvo a leer, ¡y siempre hay alguna falta de ortografía o de gramática! Que es lo que no entiendo, porque con la de veces que los repaso lo raro sería que se me escapara alguna pero, en fin, qué se le va a hacer. Las cosas son así y no se puede hacer nada más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vive la vida

Si lloras de noche porque se ha ido el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas.